La creación del Museo del Coliseo en el segundo nivel del anfiteatro es un acto anticipatorio de una reinterpretación más amplia de las visitas guiadas al monumento como recorridos temáticos en todas las áreas del monumento abiertas al público. La instalación parte de varios puntos altamente simbólicos, que se definirán mediante una señalización bien diseñada y eficaz que conducirá a la valorización de itinerarios específicos. Las recientes excavaciones, estudios e investigaciones han aumentado considerablemente nuestro conocimiento de la larga historia de la vida en el anfiteatro.
Estos hallazgos han dado lugar a exposiciones y a una gran cantidad de material impreso detallado, que han permitido redescubrir las múltiples funciones que ha tenido este edificio y las interpretaciones ideológicas que se le han dado. El plan expositivo del museo sitúa los objetos más importantes, tanto de la arquitectura como de los interiores excavados, de manera que se destaquen las características más destacadas del monumento. Esto se consigue mediante formas hipertextuales e hipermediáticas, que también explican la recepción cultural del Coliseo a lo largo de la historia.
Comienza con la sección arquitectónica, donde los elementos representan el conjunto, con capiteles y restos de transenas (barreras) que acompañan a grandes reconstrucciones de vomitoria (pasillos). Al mismo tiempo, la exposición recuerda la importancia del monumento como símbolo de la maestría arquitectónica de todos los tiempos. La firma de Hubert Robert, inscrita en un pilar, indica la relación existencial del artista francés con el «cuerpo vivo» del Coliseo. En las ilustraciones que proporciona, hay una representación precisa de los diversos usos de esta planta baja, funciones que ya estaban bien establecidas a finales de la Edad Media.
Una sección posterior mostrará cómo funcionaba el anfiteatro. Los detalles de la vida cotidiana en el interior se presentan a través de maquetas y objetos expuestos en vitrinas. La exposición narra el papel de los gladiadores y las venationes a través de grafitis, mosaicos y relieves, que cobran vida con las poderosas imágenes de artistas como Gérôme y Scott. Por otra parte, otra sección está dedicada al público, donde se encuentran los loca (asientos) destinados a los senadores. La presentación explica la importancia de estas inscripciones, acompañadas de un diagrama que muestra cómo estaban organizadas las gradas. El monumento cuenta con una magnífica colección de mármoles que muestran su rica ornamentación escultórica. Siempre que es posible, se utilizan imágenes para mostrar la ubicación original de las decoraciones.
A continuación, al abordar la vida del Coliseo en la Edad Media, se describe su transformación con la cristianización, pero se compara con la imagen de un Coliseo mágico y demoníaco. Lo que presenta el modelo de Lucangeli es la reestructuración escolástica que corresponde a las «cejas nebulosas» típicas de las visiones románticas y las narraciones del Grand Tour. El recorrido termina con una sección dedicada al periodo del régimen fascista, cuando se produjo una reapropiación ideológica del monumento como símbolo del Imperio emergente.
Metro: Línea B, parada Colosseo
Autobús: n.º 51, 75, 81, 85, 87, 118
Tranvía: n.º 3
Última entrada: una hora antes del cierre
Cerrado: 25 de diciembre de 2025, 1 de enero de 2026
Entrada gratuita: primer domingo del mes, 25 de abril, 2 de junio y 4 de noviembre